Todo comenzó gracias a esta entrada en “http://samnbk.tumblr.com/post/5887269643”, lo posteó @samnbk a la que sigo en twitter por sus inteligentes comentarios respecto a muchos temas, en especial, la cuestión de género y diversidad sexual.
Sin embargo, la entrada de @sambk la interpreté como un reproche al varón por no “confiar” o “creer” en la mujer, o lo que es lo mismo por despreciar la declaración de la mujer que se dice fue violada, además como un reproche (este sí totalmente justificado) contra los varones que estúpidamente tratan de “suavizar” lo sucedido, minimizando el hecho de la violación a una especie de acto “sub-con-sien-te-men-te consentido por la mujer”.
Al respecto se me ocurrió comentarle lo siguiente:
“@samnbk interesante punto de vista, pero que pasa con aquellos que son acusados falsamente de violación? infortunadamente existen casos así”
A lo que ella contestó “@Coolplur ¿eso qué? hay personas falsamente acusadas de homicidio, de robo, de fraude y no te veo cuestionando eso.”
Y eso derivó en un debate un tanto raro (aún no me acostumbro al twitter para un debate en que cada punto tengo que resumirlo con toda la precisión del mundo en 140 carácteres).
Sin embargo, considero adecuado el precisar el porqué de mi comentario inicial que desató el ríspido debate en el que hubo en momento en el que me perdí.
Así las cosas, mi comentario surgió como crítica a la entrada del tumblr, puesto que no considero que el hecho de que se dude o cuestione el testimonio de la mujer en caso de violación, sea una cuestión meramente machista o misógina, que ha prevalecido en la sociedad, manteniendo en la sumisión a la mujer violentada sexualmente, con el único afán de mantener un status quo patriarcal y de superioridad masculina.
Mi punto, por así decirlo, es simple y sencillamente, que cuestionar el testimonio de la mujer respecto de la violencia sexual obedece a cuestiones mucho más objetivas y trascendentales que la superioridad de un sexo sobre el otro.
Los motivos por los que la sociedad a lo largo de la historia ha cuestionado la declaración de la mujer violada, es porqué existe la posibilidad real de que no haya sido violada, sino que, por diversos motivos, la declaración puede ser falsa.
En ese orden de ideas, la sociedad (sin ponerle etiquetas) ha cuestionado la simple declaración de la mujer porqué existe una probabilidad de que la mujer mienta respecto al hecho que se le imputa al probable violador.
En mi opinión, en los tiempos recientes, en los que la mujer ha logrado acceder a diversos ámbitos que tradicionalmente se le habían negado, se ha visto no solo el aparejamiento de las condiciones existentes en las relaciones sociales entre los varones y las mujeres, sino un empoderamiento tal que en muchos sentidos deja al varón en un especie de estado de indefensión frente a las mujeres.
Otro síntoma de estas condiciones, es que todo discurso que pretenda decirles “NO” a las pretensiones femeninas, se toma como un discurso machista, retrógrada y misógino, cuando no necesariamente es así.
Las “feministas”, desafortunadamente, utilizan un discurso políticamente correcto, pero que sin embargo, también en muchas ocasiones resulta revanchista y desigual, generalizando y considerando que la violencia, solo ocurre hacia ellas, olvidando el hecho de que también las mujeres ejercen violencia y con gran capacidad, en contra de los varones y, en ocasiones, en contra de ellas mismas.
Pero, retomando, mi crítica fue lo ya señalado, es decir, si se le ha restado valor probatorio a la declaración de la mujer que dice haber sido violada, es porqué se trata de una acusación de consecuencias gravísimas para el inculpado, por lo que no se debe atribuír a la declaración un valor probatorio “casi pleno”, la duda es natural frente a la acusación, y si bien, cada caso es único y como tal debe revisarse individualmente y con todas las reservas, ni el legislador, ni los juristas, ni la sociedad puede obviar el hecho de que la gente miente y esto no es un argumento “a posteriori”, sino que es un axioma de la naturaleza humana, todos mentimos, por motivos diferentes, pero al final de cuentas todos llegamos a mentir y la mujer, por muy buena que sea, no está exenta de hacerlo, incluso si su acusación puede representar el riesgo de veinte años de prisión para el inculpado.
La creatividad originada por la inteligencia humana, es una espada de dos filos, y conociendo el axioma que siempre nos recuerda el filósofo contemporaneo House, resulta mejor evitar, en la medida de lo posible, creer a ciegas en la imagen de la mujer indefensa y siempre buena.
Pese a que nos cueste aceptarlo, nuestros ancestros no siempre fueron tan estúpidos, creer en la declaración de cualquiera (para no ponerle etiquetas), es un acto de fe y jurídicamente la única fe que existe, al menos en nuestro sistema legal, es la fe pública y aún así, esta está sujeta a prueba.
Así las cosas, el testimonio de una supuesta víctima de cualquier clase de delito, no solo de la violación, debe ser subestimado, pero respetado, escuchado y evidentemente investigado, así que no encuentro el argumento lógico para considerar que cuestionar la declaración de una mujer que dice haber sido violada, se considere como una respuesta machista en contra del dicho de la mujer, sino solo como una forma de asegurar, en la medida de lo humanamente posible, el conocimiento de la verdad.
Y así, lo expuesto en esta entrada resulta el fundamento de mi crítica al post de @samnbk ojalá lo lea y no me considere un retrógrada machista y misógino por el simple hecho de que dudo de la palabra de las mujeres, al igual que dudo de la palabra de los hombres.